Recuperación de la cirugía
de Cirugía
Cardíaca
En la vida después de la cirugía, la actividad física debe ocupar un papel muy importante.
El objetivo es dejar de ser una persona sedentaria (si lo eres), un cambio que repercutirá de forma muy positiva tanto en tu recuperación en esas primeras semanas como en tu vida a partir de entonces.
Entre los beneficios inmediatos que lograrás introduciendo el ejercicio de forma regular están:
Disminución del dolor muscular en la espalda, los hombros y el tórax
Aumento de la resistencia y la eficiencia de tu cuerpo
Mantenimiento de la movilidad y el tono muscular
Control de la presión sanguínea
Pérdida de peso
Mejor sueño y descanso
Lo ideal es que hayas empezado a introducir la actividad física en tu vida antes de la operación.
Aunque no haya sido así (si, por ejemplo, fue una intervención de urgencia y no pudiste prepararte), sí lo habrás hecho en el hospital. Todos los ejercicios de rehabilitación y los paseos que empezaste a dar allí son un primer escalón sobre el que ahora debes seguir construyendo un estilo de vida activo.
Los primeros días en casa te cansarás bastante rápido. Esto es normal y no debe traducirse en pasarse todo el día sentado o tumbado. Es importante levantarse y caminar un poco (aunque sea solo por la habitación) al menos cada media hora. Poco a poco, intenta ir aumentando de forma gradual tu movimiento. Sin embargo, ten en cuenta que en las primeras semanas hay actividades que no están recomendadas, ya que el esternón no está aún cicatrizado del todo.
Actividad física y movimientos no recomendables los 3 primeros meses
- Actividades vigorosas. Evita correr, caminar rápido y nadar o montar en bicicleta de forma vigorosa. La actividad aeróbica es muy recomendable, pero es importante empezarla de forma suave tras la cirugía e ir incrementando el tiempo e intensidad de forma progresiva.
- Evita los deportes de competición (una vez más, pueden ser muy intensos) y los que incluyan movimientos que puedan dañar el esternón, como el golf, el balonmano, la natación o los bolos.
Además, el primer mes debes evitar cargar pesos (o empujarlos, levantarlos o tirar de ellos), levantar los brazos por encima de los hombros y llevar los brazos hacia atrás.
Caminar es una de las actividades más beneficiosas para el organismo. El objetivo es intentar llegar a caminar al menos media hora todos los días, pero debes empezar poco a poco.
- Empieza por
pequeños paseos de 5 minutos(pueden ser en casa) tres veces al día. Cada semana, aumenta el tiempo de los paseos. - Cuando los paseos empiecen a ser más largos y de mayor intensidad,
calienta un poco antesempezando a caminar más despacio. - Recuerda que tienes que volver.
Aprende a medir tus fuerzaspara dar la vuelta cuando aún tienes energía para el camino de regreso. - Especialmente las primeras semanas,
camina por superficies llanas.
Poco a poco irás sintiéndote mejor y con más fuerza. Es el momento de ir aumentando la intensidad y de probar nuevas actividades físicas, pero en esos primeros meses debes consultar al médico si ya puedes realizar determinados deportes. Además de caminar y de realizar ejercicios aeróbicos, debes también entrenar la fuerza.
Los nuevos hábitos que empezaste a introducir antes de la cirugía o que estás empezando a introducir ahora no son algo temporal: deben convertirse en tu estilo de vida, algo que hagas sin pensar y sin esfuerzo. Al igual que todas las mañanas sales de la cama, te duchas y te vistes, todos los días harás algo de ejercicio o te moverás y comerás una dieta saludable
Fin