Puedes desarrollar buenos hábitos a través de pequeños cambios incrementales. Pequeños cambios pueden marcar diferencias radicales y con el tiempo dar resultados drásticos. Si todos los días mejoras un 1 %, al final de un año serás 30 veces mejor que cuando empezaste.
No subestimes una pequeña mejora, porque por mínima que sea repercutirá en tu cirugía y recuperación.