Cómo respiras, si tienes déficit de fuerza en alguna articulación, etc. Se trata de una valoración integral de tus habilidades motoras y respiratorias. Te harán preguntas sobre cómo te encuentras, si sientes dolor, sobre tu estado físico y también sobre cómo te has preparado para la intervención (si has cambiado de hábitos, qué ejercicios has hecho, etc.).

El médico rehabilitador realizará también una valoración global de tu situación previa a la cirugía, incluyendo tu entorno: tu contexto, las personas con las que vives, lo que te rodea, tu estado de ánimo, tu estilo de vida, tu trabajo… Recibirás apoyo y pautas para implicar a todo ese sistema en tu proceso de recuperación.

En este punto, es normal que te duela la espalda y la zona torácica al respirar profundo y que te dé miedo toser. Tanto el médico rehabilitador como el personal de fisioterapia te volverán a explicar cómo hacerlo de forma segura, ya que es muy importante que no lo evites. Tener ganas de toser y no hacerlo podría provocar complicaciones.

La rehabilitación que se lleva a cabo en el hospital está diseñada para avanzar de forma progresiva: te ayuda a mejorar y se adapta a tu ritmo de mejora. La idea es que, cuando te den el alta, seas capaz de llevar a cabo tareas simples de autocuidado personal y movilización en el ámbito doméstico.

Si es tu caso, tu equipo médico te dará toda la información que necesites.

También te animamos a consultar el Aula Abierta de Rehabilitación Cardíaca. Un programa de rehabilitación cardíaca online, gratuito y para todos de la Asociación de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardíaca de la Sociedad española de Cardiología.