Es posible que al volver a casa sientas más miedo o preocupación por tu familiar. Esto es normal: acaba de pasar por una cirugía mayor, las primeras semanas aún estará débil y quizá temas que vuelva a sufrir un evento cardíaco. Debes cuidarlo, sí, pero no sobreprotegerlo: recuperar su autonomía e independencia es clave para su salud física y mental y no podrá hacerlo si sus familiares o acompañantes no le dejan hacer nada.
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Cardíaca
Se os avisará de cuándo será el alta con la antelación que sea posible para que tengáis tiempo de preparar la ropa y la salida del paciente del hospital.
El alta es uno de los momentos más importantes para la familia. Tras este momento, parte del papel de las enfermeras y enfermeros en el hospital lo pasaréis a realizar vosotros, cubriendo las necesidades que el vuestro familiar va a tener. Debe contar con alguien que le ayude en casa durante al menos las primeras dos semanas.
Si el paciente vive solo, es importante que la familia o personas cercanas os organicéis para acompañarlo en casa las primeras semanas.
Preguntadle también cómo se siente: si se ve bien durmiendo solo en casa o prefiere que haya alguien más, si le parecería bien pasar unos días en casa de un familiar o amigo si en la suya no hay mucho sitio, cómo se ve de fuerzas y ánimos… Si os va a resultar difícil acompañarlo, podéis llamar también a servicios sociales. Para que se sienta más seguro una vez se quede solo en casa, es buena idea solicitar un pulsador de teleasistencia.
Se os dará un informe de enfermería, donde se detallarán todos los cuidados que el paciente necesitará en casa y qué cosas puede y no puede hacer. Además de este informe y del de alta médica, se os proporcionará más documentación con las citas de seguimiento y recetas si las necesita.
Es posible que algún fármaco que se le haya recetado precise visado.
En tal caso, es necesario llevar la receta al centro de salud, donde realizarán este trámite. Una vez hecho esto, podréis llevar la receta sellada a la farmacia, donde os suministrarán la medicación. Esto puede llevar algunos días. Si es así, os proporcionaremos el fármaco para tenerlo desde el primer momento.
Lo ideal es volver en coche a casa (debe ir en el asiento trasero, donde no hay airbags, con el cinturón de seguridad puesto). Si no tenéis acceso a un coche, hablad con el personal del hospital para organizar un traslado en ambulancia.
Potenciar la independencia, estimular la movilidad e implicarse en el trabajo.
Tu objetivo principal como familiar o amigo del paciente y persona que lo acompañará en casa es cuidar y cubrir sus necesidades. Estas irán cambiando y serán cada vez menos conforme pasan los días y va recuperando su independencia. Recuerda que cuidar no es hacer todo por el paciente, sino ayudarle a ganar autonomía. Es acompañarle en un viaje hacia la vida normal.
Aunque estéis ya en casa, tendréis siempre contacto con el hospital y su equipo médico. Pide los teléfonos y correos electrónicos a los que podéis dirigiros para preguntar las dudas que tengáis.
Estas son las recomendaciones más importantes para acompañar a tu familiar o amigo en esta nueva etapa:
Antes de volver a casa os habrán enseñado los ejercicios de movilidad y respiratorios. Es muy importante que el paciente los haga conforme a las instrucciones del personal de rehabilitación, aunque no le apetezca. Si ves que no los está haciendo, que pone excusas o que siempre intenta retrasarlos, recuérdale por qué son importantes y hazlos con él o ella si es necesario.
Propón hacer cosas juntos que impliquen movimiento como salir a pasear, pedirle que te ayude con una tarea, etc.
Tareas domésticas indicadas, baño, etc. Si tiene dolor o si hay cosas en las que necesita ayuda, hazlo, pero solo a partir del punto en el que él no pueda. Deja que haga lo máximo por su cuenta. Por ejemplo, si tiene problemas para vestirse solo por los movimientos que hay que hacer con los brazos, ayúdalo solo en esos momentos puntuales, pero que saque él o ella la ropa del armario y se ponga sin ayuda las prendas con las que no tiene problemas.
Será mucho más fácil cambiar de hábitos si lo hacéis juntos: deja también de fumar, adoptad la nueva dieta en familia, haced actividad física juntos, etc.
Es posible que conforme pase el tiempo, el paciente vaya sintiéndose mejor y los familiares y amigos perdiendo el miedo inicial, os relajéis y volváis a los hábitos anteriores. Es importante que esto no pase: si tu familiar o amigo se siente mejor es, en parte, gracias al nuevo estilo de vida saludable. Anímalo a mantenerlo.
Estate atento a su estado de ánimo y a los posibles cambios de humor que tenga. Si es necesario, anímalo a pedir ayuda psicológica. Cirugía de urgencia.
Fin