Queremos que sepas que, aunque para ti y para tu entorno sea una situación abrupta, inesperada y sin ningún tipo de preparación, para el equipo médico no es un escenario de improvisación, sino un procedimiento tan habitual como una cirugía programada. Todo el equipo, de forma integral (cirujano, anestesistas, enfermeras, perfusionistas, etc.), está preparado para hacer urgencias 7 días de la semana, 24 horas al día. Tiene la capacidad y la flexibilidad para adaptarse a situaciones de urgencia de una manera muy parecida a como lo haría en una programada. En el Gregorio Marañón, por ejemplo, se hace al menos una cirugía cardíaca de urgencia grande a la semana.

Una urgencia así es vivida por el paciente de forma muy desordenada y surrealista. No hay tiempo para procesar la situación y después de despertarte es posible que tardes desde horas a semanas en asimilar lo que te ha ocurrido. Sentirás que todo ha dado un vuelco y que los parámetros de comportamiento y de recursos que tenías hasta ahora ya no son válidos.

Es posible que reacciones con ansiedad, pensamientos depresivos o ira, por eso es muy importante manejar estos estados emocionales lo antes posible. Orientar en el trauma es fundamental.

Intentaremos ponernos en contacto contigo lo antes posible y darte información, pero es importante que entiendas que, dependiendo de la situación (cada urgencia es única), es posible que la comunicación no sea tan inmediata, constante y fluida como nos gustaría.

La prioridad siempre es poner en marcha la cirugía y solucionar el problema. En ningún momento nos olvidamos de vosotros y tendréis la información tan pronto como sea posible.

Existen riesgos y estos son siempre mayores en las cirugías de urgencia, pero el éxito de las cirugías cardíacas supera el 90%.